martes, 28 de agosto de 2007

Día -10: Yo y los libros







Yo siempre he sido un poco rarita para los libros (Y os puedo asegurar que ese trocito friki que tengo un poco escondido por ahí me viene de siempre, aunque seguiré diciendo y repitiendo que son las malas influencias :P).

Empecé a leer con 5 años, y a los 6 ya mis padres se gastaban los ahorros en libros para la niña, que cuando estaba de vacaciones (ya siendo un poco mayor) era capaz de leerse 5 libros en una semana... Sí, sí, ¿os acordáis de cuando os pasabais las vacaciones en casa cuando vuestros padres trabajaban? Yo siempre he vivido en la ciudad, así que no podía salir sola a la calle y mi vida social empezaba cuando se terminaba la jornada laboral de los sufridos papis... ¿Y qué hacía yo mientras tanto? Pues ver la tele, claro, y leer... Los Cinco, los 7 secretos, los Hollister, la colección naranja del Barco de Vapor, y todo lo que se me pusiese por delante... Como no tenía otra cosa que hacer, pues era capaz de terminarme un libro por día, y es que, a eso viene el tema de la entrada, yo siempre he sido un poco rarita con los libros: Nunca he sido capaz de estar durante meses con un libro, ni leo por las noches antes de irme a dormir, ni soy capaz de leer un capítulo por día, ni nada de eso. No lo soporto, de hecho. Si un libro me engancha, me lo llevo a todas partes: Desayuno con él, como con él, me lavo los dientes con él, y si hace falta lo leo en el coche hasta que mi estómago se resiente. No tiene por qué ser un libro excesivamente bueno (aunque hay límites, claro), simplemente me tiene que enganchar...y ya está, soy capaz de leerme un libro de 800 páginas en un fin de semana, o uno de 375 en un día, como me pasó la última vez. Sí, sí, en un día, un viernes en concreto, el pasado, y con Cometas en el aire (Khaled Hosseini)*, un libro que trata sobre la vida de un afgano que cuenta su infancia en Afganistán, las diferencias de clases, las cosas (bastante duras) que pasan a su alrededor y su emigración a américa cuando llegan los talibanes. Muchas lágrimas (muy raro que yo llore con una peli, pero con los libros soy un grifo), pero mereció la pena, y por supuesto (como me pasa siempre) me arrepentí de haberlo leído tan rápido...

(Muy recomendable y recomendado, por cierto)
(Espacio patrocinado por Círculo de Lectores)


Ala, ya está dicho, ¿me seguiréis queriendo aunque hayáis descubierto que soy un poquito más friki que antes? ;)

PD: Sí, sí, sé que todos estábais pensando en mi momento all-bran cuando dije que me llevaba los libros a todas partes, pero no, al baño me llevo la revista de Jorge Bucay, pero eso es otra historia y debe ser contada en otra ocasión

* N.de la T: El título original del libro es The Kite Runner, y para los traductores y traductrices, sí, es uno de los que estaban en las listas de Belén M...



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mmm
En cuanto a tu entrada de ayer.
Punto número 1: en París SEGURO que ochocientasmil formas de ahorrar y sino recuerda que te puedes dedicar al posado (en bolingas mmm) para academias de arte.
Punto número dos: piensa en los sufridos que nos vamos a Lisboa... repudiados por la Universidade de Vigo (total, aunque tengamos que quitarle algo a los que se van a Portugal) y por demás entes que no ven más allá de Viana do Castelo (bellísima villa, por otro lado)


Y por lo de los libros.
Yo no soy tan rara, aunque me sucede un caso (que siempre me da vergüenza contar, por favor, no me juzgues) Es la historia de la chica que le gustaba leer, pero que nunca fue capaz de pasar de la página 3 de Los pilares de la tierra. Así que ahora, a la apuesta (^^) joven le basta con leer unos párrafos de esta obra maestra para caer en los brazos de Morfeo en las noches de insomnio. (ya te digo tía, "paupérrima familia de indigentes")De Ken Follet, recomiendo En el blaco. Y así en general, Memorial do convento (de mi ahora adorado Saramago)

Estoy inquieta.

Malagueña Salerosa dijo...

Hasta que no llegues al punto de leerte 4654384 libros de los obligatorios de inglés por amor al arte como cierta personaja llamada Cheinia (no miro a nadie) no serás tan jodidamente friki y no te dejaré de querer nunca (lo cual no quiere decir que a la susodicha no la quiera más que a laspesetas).
Yo de pequeña también me devoraba los libros, cualquier cosa que me echaras me lo leía en menos que canta un avestruz, pero desafortunadarmente (unfortunately) eso de leer con tesón y otras cosas ha desaparecido bastante... Durante el curso casi no leo nada y en verano, pues depende del humor que tenga. Este verano sólo me leí 3 libros camino de 4, pero no estoy nada orgullosa de la cifra...
En fin, esperemos que en las francias se me dé por cambiar de hábitos :D

Felicidades por tu blog!

Malagueña Salerosa dijo...

:$

Ve a ver Ra-ta-tui! Llévate a Cheinia que tiene muchas ganas de verla :)

¿Comida romántica en Charles de Gaulle el 13 de septiembre?