Froid, stress...Lisbonne!!

El más valiente es el gordo, posiblemente porque eso de ser el más grande hace que se le hinche el pecho y trate a los demás de pequeñines, en un acto totalmente paternal (ista) muy propio de los grandullones. Sale tímidamente y sin hacer ruído y, en cuanto llega afuera, decide tout de suite que sin duda lo mejor es volver a la guarida con el resto. Il fait froid! Pero ya es hora de salir, y debe volver a armarse de valor y arriesgar el pellejo... Detrás de él van los otros cuatro, muy despacito y con pocas ganas, juntitos y medio encogidos, como si haciéndose más pequeñitos el frío fuera a pasar de largo sin verlos. Pero no es así, otro susto y vuelta al hogar, donde ya más tranquilos se estiran y se encogen para recuperarse...

Nada mejor para mis pies que haberse quedado bajo el nórdico mágico esta mañana.

Nada mejor para mí que haberme quedado debajo también.

Pero las 15 horas de estrés habrán merecido la pena cuando me baje mañana del avión.

¡A Lisboa me voy pues!