Yo cuando era pequeña...

Yo cuando era pequeña quería ser escritora.

Mi problema, y conozco a mucha gente que podría dar fe de ello, es que a mí, me encanta hacer planes.

Que empiezo, y casi nunca acabo.

Así que tengo muchas introducciones hechas, algún desarrollo, pero ningún final. Mis (pobres?) personajes llegan a viejos como cualquier otro, con las mismas inquietudes, miedos y angustias de todos los que tenemos que escribir nuestra vida por nosotros mismos, sin autores que nos marquen el camino. Y yo, que antepongo las mías a las suyas, los dejo en mitad del temporal cuando creo que las ideas que se me ocurren son demasiado abstractas o profundas.

Porque yo siempre he pensado que los buenos escritores son aquellos que banalizan lo profundo hasta que te hacen casi reír con las desgracias de sus personajes, y profundizan lo banal hasta que te hacen llegar a pensar que una mañana en el trabajo o un momento filosófico en el WC(y en esto estoy completamente de acuerdo) son lo mejor que le puede pasar a una persona.

Yo hace tiempo que no tengo momentos filosóficos (los cuales procuro tener única y exclusivamente en el WC cuando no leo las obras de grandes autores). No profundizo las cosas banales, y mucho menos soy capaz de banalizar las cosas profundas (práctica, dicen), así que, lo único que fue capaz de impulsarme a volver a escribir fue encontrarme delante de mis apuntes de historia al igual que cuatro meses atrás.

Lo malo es que, en verdad, en vez de pestañear...me quedé dormida.

Yo cuando era pequeña...

Yo cuando soy pequeña, quiero ser escritora